El conjunto amarillo empató ante uno de los equipos que están en lo alto de una tabla clasificatoria que hace que el resultado no le valga a ninguno. Los de Paco Herrera volvieron a evidenciar su solidez defensiva y su escaso bagaje ofensivo para buscar un triunfo que no se busca, que no llega.
Nuevo empate a domicilio. Nueva oportunidad de la que no se termina de sacar provecho. La UD Las Palmas no pasó del empate ante el Málaga en un encuentro marcado por dos expulsiones, una para cada equipo, que ninguno supo aprovechar, sobre todo, por parte de los amarillos. El conjunto insular apenas se asomó por los dominios de Munir, sólo tiró a puerta lo justo y necesario, pero con la sapiencia de que este no es el camino para dar el golpe para acercarse a la zona en la que debería estar.
Lo cierto es que el Málaga demostró llegar con más peligro. Los malacitanos, con un gran Iván Alejo, hicieron algo más de daño y pusieron en más aprietos a un Raúl que no hizo tampoco demasiado. Sin embargo, sí que mostró algo más de ganas a la hora de ir a por el encuentro, un aspecto que se notó en el transcurso de un choque que es un día de la marmota que demuestra que los insulares necesitan algo más.