El jugador vasco lleva unas cuantas semanas jugando a un nivel altísimo hasta el punto de ser hoy, durante una primera parte muy buena de la UD, el jugador más determinante de los amarillos. Jugando así va a ser muy difícil que le hagan perder la titularidad en una medular que mejora.
Durante este fin de semana se disputa en Charlotte el All Star de la NBA. Ese espectáculo, ya que de baloncesto tiene cada temporada poco, sirve para que los mejores jugadores de todo el planeta se junten en una fiesta y hagan disfrutar al gran público, una cuestión que si extrapola a la UD y al fútbol la cabeza se va sola hacia Ruiz de Galarreta. El vasco ha protagonizado en el día de hoy una actuación de gran nivel tanto en lo táctico como en lo técnico con una pequeña dosis de virtuosismo que divierte.
Aunque le ha costado arrancar y a pesar de tener tramos claros de altibajos, el interior no había encontrado una regularidad que le hiciera funcionar en condiciones. Sin embargo, su aportación al colectivo ha ido de menos a más en las últimas semanas, culminando en una enorme actuación durante la primera mitad del partido de hoy. En esos primeros 45 minutos, el ’19’ se sintió desatado, con confianza y le salió prácticamente todo: regates, pases y hasta el gol, definiendo como un auténtico killer.
Seguramente, el de hoy ha sido su mejor partido desde que aterrizase en la isla. Marcó y dejó detalles de muchísima calidad, como una jugada en la que se fue de varios hombres, marcando el tempo del ataque para acabar encontrando un pase preciso, precioso y de alta dificultad para dejar a Rubén Castro solo ante Mariño.
Lo que deja claro Galarreta es que, en ese estado de forma, puede ser una pieza que se consolide como vital. El vasco entiende el fútbol muy bien, lee genial algunas situaciones y con Peñalba guardándole la espalda desarrolla mejor su labor ofensiva. Ojalá sea capaz de mantener este nivel porque, jugando así, puede ser el All Star que Las Palmas necesita y la estrella en la medular que tanta falta le hace. Oposita a ello.
