Las Palmas afronta el final del campeonato de la forma más inesperada posible, a tan solo seis puntos del descenso y sin opción alguna de luchar por el objetivo marcado a principio de temporada. Solo restan siete partidos para el final de un curso desastroso que podría acabar en tragedia sino hay una reacción desde este fin de semana.
La temporada de la UD ha sido todo un fracaso, probablemente el mayor batacazo que se haya visto durante este curso en La Liga 1|2|3. Comenzó como uno de los claros favoritos para conseguir el ascenso a Primera División, un objetivo que lleva siendo una quimera la mayor parte de la campaña. Los amarillos encadenaron varios partidos sin lograr victorias, recibieron goleadas ante equipos situados en la parte baja y cambiaron de técnico hasta en tres ocasiones, provocando una inestabilidad y una presión que ha acompañado al equipo durante toda la competición.
Hace semanas probablemente nadie pensaría que la UD fuese a estar pensando en la salvación de la categoría. Los propios jugadores reconocían que la temporada había sido un fracaso, pero la realidad es que podría ser aún peor. Los de Pepe Mel tienen siete partidos por delante para lograr un objetivo que se daba por sentado, pero que sin embargo no se ha certificado a estas alturas. Las Palmas encara el final de temporada como el rival que peor llega de los equipos de abajo, habiendo conseguido tan solo 2 puntos de los últimos 18. El resto de equipos que se encuentran en la pelea por eludir el descenso, han logrado acumular más puntos en las últimas jornadas: CD Lugo (6), Extremadura UD (12), CD Numancia (5), Rayo Majadahonda (7), Real Zaragoza (10) y CD Tenerife (9). Los grancanarios jugarán ante cuatro de los rivales anteriormente citados, por lo que urge más que nunca que se produzca una reacción inmediata si no se quiere que una campaña que empezó con ilusión, termine con una tragedia en forma de descenso a 2ªB.
