Edu Espiau encara una oportunidad de oro como 9 titular



Ante la evidente falta de gol de la UD Las Palmas, una oportunidad de oro. Edu Espiau, que la temporada pasada vio cómo una apendicitis le relegaba del primer equipo al filial horas antes de comenzar la temporada, afronta las primeras jornadas de liga con la responsabilidad de ser el ‘9’ titular del equipo en Segunda División. Llega, por fin, la ocasión de demostrar la calidad de un delantero de la casa.

Si hace unas semanas le dices a Edu Espiau que iba a comenzar la temporada oficial como delantero titular, probablemente no se lo hubiera creído. Con las dos estrellas del equipo ocupando la plaza de delantero centro – Araujo y Rubén Castro -, con Pekhart aún en nómina y con la dirección deportiva peinando el mercado en busca de un goleador, el grancanario parecía condenado a ser el cuarto delantero en discordia.

Pero, a día de hoy, es el único delantero sano con el que cuenta Pepe Mel y ha sido el que ha ocupado la posición de ‘9’ titular con mayor regularidad en esta pretemporada. Este fin de semana se disputa el último test veraniego en Lanzarote, en el que Las Palmas deberá recuperar el gol perdido desde que salió de la isla (un solo tanto de penalti en cinco amistosos).


Ahí debe emerger la figura de Edu Espiau. Si bien nunca ha sido un punta al que se le caigan los goles – 12 tantos ha sumado en las dos últimas temporadas en Segunda B -, es la esperanza a la que se aferra el equipo para desatascar la sequía en el ataque. Su brillante arranque de pretemporada, en la que tardó menos de 5 minutos en anotar un gol de bella factura en Fuerteventura, fue alentador. Desde ahí, su gatillo se ha encasquillado.

El tren de Espiau tiene, al menos, una parada asegurada. La del debut liguero ante la SD Huesca, al que se prevé que no lleguen a tiempo Araujo ni Rubén Castro. Los goles son el principal motor de la confianza para un delantero y Espiau daría un puñetazo sobre la mesa si consigue estrenarse en el fútbol profesional. La plaza la tiene asegurada y el calor de la grada también. Ahora, le toca responder en el césped.