El regreso de Jonathan Viera se cierra en medio del desastre

Foto: LaLiga.

Una oportunidad de oro en lo deportivo pero que llega en el momento más caótico que se recuerda en los últimos años. A tan solo unos días del arranque de la competición, el club solo ha podido inscribir a 17 futbolistas de la primera plantilla y el atasco en la operación salida parece el cuento de nunca acabar. Pero el empeño de Ramírez es otro y avanza con paso firme: la cesión de Jonathan Viera encara la recta final.

Ya se da por hecho que Jonathan Viera vestirá de amarillo hasta el próximo mes de enero. Las principales cabeceras deportivas de la isla hablan de una operación cerrada y solo pendiente de oficializarse por parte de las dos entidades implicadas, la UD Las Palmas y el Beijing Guoan. Un fichaje que no ha terminado de convencer a parte de la afición por las circunstancias en las que se producen, pero que en lo deportivo es un valor seguro.

Las negociaciones entre Ramírez y los emisarios del conjunto asiático habrían fructificado con la premisa de que Viera – que no está inscrito para lo que resta de temporada y que no volvería a competir con su club hasta el mes de marzo – llegue a coste cero en calidad de cedido. Su lesión le haría perderse lo que resta de temporada y las primeras jornadas, y en el horizonte se vislumbra un encuentro especial: el derbi de la cuarta jornada ante el CD Tenerife en el Heliodoro, en la que podría debutar si cristaliza la cesión.

Todo este fervor que despierta Jonathan Viera llega en un momento en el que las urgencias amarillas van por un lado diametralmente opuesto. El alto coste de las fichas obliga a una reestructuración salarial y a unas ventas que, a día de hoy, no llegan a producirse. La fecha límite es el 2 de septiembre y a la vista está que al club le está costando cumplir con un plan supuestamente previsto: La Liga ha anunciado los jugadores inscritos y la UD solo cuenta con 17 fichas profesionales, de las cuales cuatro las ocupan futbolistas lesionados y otra un descarte como Pekhart.

Preguntado por el aterrizaje de Viera, un Pepe Mel visiblemente molesto apuntó que era lo último en lo que pensaba. Su llegada responde únicamente al deseo de Miguel Ángel Ramírez de traerlo de vuelta aprovechando las fechas de la liga china. El encaje de un futbolista de tanto nivel en este proyecto caracterizado por la austeridad está por resolverse y el club debe trabajar de forma paralela en solventar sus visicitudes económicas, mucho más urgentes que el retorno del ’21’.











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