Benito: «Mi intención es quedarme aquí por mucho tiempo»

El extremo aldeano, que es uno de los capitanes de la Unión Deportiva Las Palmas, resalta su importancia dentro del vestuario y asegura que intenta aprovechar al máximo los minutos de los que dispone.

La Unión Deportiva Las Palmas llega al tramo final de la temporada «con tranquilidad. Hemos conseguido a estas alturas estar tranquilos y que la afición esté contenta», explicó este jueves Benito Ramírez, que considera que el partido contra el Almería «va a ser muy difícil. Cuando un equipo tiene dinámica negativa, el aire nuevo siempre viene bien, espero que en este caso no sea tan bueno», comentó el aldeano sobre la llegada de Pepe Mel al banquillo del conjunto andaluz.

Ahora mismo parece que las lesiones están volviendo a respetar al ’11’ amarillo: «Ahora estoy bien, llevo par de semanas bien, la última fue el dedo que se me rompió. Cada vez que iba cogiendo ese ritmo, que iba entrando un poco más siempre iba llegando algo. Espero que en estas últimas semanas, en este último tramo de liga, estar bien y terminar bien la temporada contando con minutos», comentó.

Aún así, tiene claro su rol: «Mi rol lo tengo bastante claro, lo tengo asumido y es algo que no me preocupa para nada. Estoy a disposición del equipo, del míster, si juego cinco minutos pues cinco minutos y si juego media hora pues media hora, siempre voy a intentar aprovecharlo, dar lo mejor de mí que es lo que he hecho siempre. Creo que mi rol es mucho más importante ahora mismo en el vestuario que en el campo».

Con contrato hasta el 30 de junio de 2025, Benito Ramírez muestra su interés en seguir de amarillo: «Siempre lo he dicho, yo estoy muy a gusto aquí, estoy en casa, es el equipo de mi tierra, de mi vida y me queda un año más de contrato. Ya cuando llegue ese momento ya nos sentaremos a hablar pero mi intención es quedarme aquí por mucho tiempo», concluyó el ’11’ amarillo.











Artículo anteriorUna única victoria con García Verdura, árbitro del domingo
Artículo posteriorDiez jornadas para el final: la UD vive entre soñar y la tranquilidad