El reestreno de Paco Herrera en el banquillo se saldó con una dolorosa derrota que deja heridas abiertas y vuelve a recalcar ciertos problemas que arrastran los amarillos desde antes de su llegada. El cuadro grancanario quedó desdibujado en muchos momentos ante la verticalidad de su rival.
Día para olvidar en el Ramón de Carranza. Duro correctivo del Cádiz a una UD que no fue capaz de frenar las contras de su rival. Por mucho que el cuadro insular tuviese el monopolio de la posesión, la velocidad y la verticalidad de los hombres de Cervera con Salvi como piedra angular derribó cualquier atisbo de reacción con la llegada de Paco Herrera al banquillo grancanario en un choque parecido al que se disputó en Almería hc en muchos aspectos del mismo.
Con ese guion, el cuadro gaditano fue capaz de iniciar el choque en mejores condiciones, encerrando a los isleños en su propio campo hasta que cayó el primer gol. A partir de ahí, bajaron revoluciones y empezaron a hacer daño a través de contragolpes que ponían en jaque a la zaga grancanaria hasta que llegó el segundo tanto. Ya en la segunda parte Raúl recogió dos balones más de dentro de su portería y sólo el estreno goleador de Pekhart evitó un batacazo mayor.