Con Sergio Araujo ya trabajando con normalidad durante toda la semana y teniendo en cuenta el cambio de dibujo de Herrera, hay dos puestos para tres delanteros en la alineación de esta UD. ¿Cuál será la pieza sacrificada?
Empieza el casting para el Camp Nou Municipal. Herrera tiene ante sí una de las primeras ‘papas calientes’ de la temporada: Decidir cuál de sus delanteros tendrá que comenzar el encuentro ante el Reus desde el banquillo. Entre Rafa Mir, Rubén Castro y Araujo está una cuestión de peso que será decisiva en el devenir del encuentro dentro de un sistema con un solo punta, algo que llevará a uno de los tres a participar, a priori, desde una de las bandas como ya ha pasado en partidos anteriores.
La semana pasada fue el argentino el que, con el dibujo seleccionado por el técnico, el que tuvo que pringar. El ‘Chino‘ salió por Mir en la segunda mitad y se le notó algo falto de ritmo por la inactividad de las vacaciones, por lo que era normal y lógico que le tocase partir con desventaja. No obstante, esta semana sí que parten los tres en las mismas condiciones y es ahí donde el barcelonés deberá decidir.
Cada uno de ellos está demostrando tener cierta importancia en el juego del equipo. En ese sentido, es Araujo el jugador que más sentido tiene como hombre de banda por sus características, algo que deja a Mir y a Rubén en una batalla más en solitario. De hecho, al murciano le perjudica el hecho de partir desde un costado porque a la hora de explotar sus virtudes se siente más cómodo como referencia de área.
Si el ’10’ está en condiciones, lo normal es que sea un fijo en el esquema de Herrera por esa capacidad para cumplir en un rol de extremo, un aspecto en lo que tendrá que ver cómo le haya visto el entrenador durante la semana. Entonces ¿cuál debe ser la apuesta del preparador en cuanto a la posición de delantero centro?
Rubén es un cazador de goles, un ratón de área que sigue teniendo ese instinto para oler las jugadas, pero quizás sea el momento de apostar por un Rafa Mir que lleva tiempo queriendo demostrar que, en su posición natural, es un jugador letal a la hora de encarar portería. No estaría de más darle otro oportunidad ahora que el equipo parece haber dado con la tecla en cuanto al dibujo, al equilibrio y a la solidez.
Aun así, es Paco Herrera el que tendrá que tomar la decisión. No es fácil porque son tres futbolistas con trascendencia e importancia. Debe de tenerlos a todos contentos y consigo para que, con el paso de las semanas, no se le pierda nadie por el camino. Cualquiera de este trío tiene pólvora para asustar a las defensas, pero sólo caben dos en ese 4-1-4-1 con el que la UD ha conseguido asentarse en las últimas semanas.