Fue un fichaje que el club quiso vender de campanillas… pero el resultado está siendo muy diferente. El serbio Slavoljub Srnic, que aterrizó en la isla procedente de un equipo que pocas semanas antes había jugado la fase de grupos de la Champions League, cuenta con la confianza de Pepe Mel pero continúa gafado de cara a la portería contraria.
No fue la primera vez que los aficionados se llevaban las manos a la cabeza con ocasiones falladas por el serbio. Girona, Lugo y algunos partidos disputados en el Estadio de Gran Canaria han sido testigos de cómo Srnic marraba algunas oportunidades de gol impropias de un futbolista de su categoría. A esa lista se le sumó La Romareda el pasado domingo.
Srnic fichó con una frase que le persigue y un precio inhabitual para ser un fichaje de Segunda División. Toni Otero manifestó que la UD Las Palmas se había adelantado a equipos como el Betis, que el año pasado jugaba competición europea, para traer a España al futbolista procedente del Estrella Roja. El precio de su fichaje: 300.000 euros y una ficha alta que hacía prometer que sería un jugador importante.
Pero resultó ser todo lo contrario. Poco más de 300 minutos disputó en la segunda vuelta, en la que ni Paco Herrera ni Pepe Mel demostraron confianza en el extremo. Tanto fue así que este verano se le buscó una salida que no terminó por cuajar.
Con la acumulación de lesiones, el técnico madrileño ha apostado por darle continuidad a Srnic como titular en la banda derecha. Casi todos los análisis coinciden en que su trabajo es meritorio, pero su capacidad para generar peligro en el ataque no está a la altura. Peleado con el gol – solo anotó uno al final de la pasada temporada y esta campaña continúa en blanco – y fallando ocasiones clamorosas, el serbio dispara con balas de fogueo. Si Benito y Cedrés recuperan su nivel, a Srnic le pueden quedar días contados como titular en esta UD Las Palmas.