OPINIÓN | La baja por cuatro meses de Javi Castellano es una noticia terrible. La labor que realizaba el gemelo en el campo siempre tenía sentido a nivel táctico y su regularidad estaba al alcance de muy pocos. Javi Castellano es sinónimo de fiabilidad. La UD y Paco Herrera tienen un problema serio, el primer gran problema deportivo en el regreso a Primera División.
El trabajo de Javi daba garantías a sus compañeros: si perdían la posición tenían la certeza que alguien acabaría rescatándolos, cubriendo su espacio o llegando a la ayuda cuando fuera necesario. Sin tener una primera salida de balón espléndida, el juego de Javi Castellano con el esférico estaba automatizado, en muy pocas ocasiones arriesgaba en los pases sabedor de la importancia de dar garantías en su posición. Una bisagra entre los dos hombres del medio que forman un músculo que, irremediablemente, se ve debilitado.
Herrera tendrá que hacer probaturas a la espera del fichaje de la Dirección Deportiva. Con la salida como cedido de Jesús Valentín, el único futbolista que puede desempeñar la labor de Javi Castellano con cierta solvencia es Hernán Santana. Perdería Herrera, eso sí, la capacidad del de Zárate para ‘morder’ por delante y su llegada al área contraria. La UD pierde físico, pero sobre todo inteligencia táctica. Vuelve pronto Javi.
Twitter: @mhernandez
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