Kresic ya conoce el camino



Sergio Kresic no es un novato en esto. Le sobra currículum. Sabe por donde pisa, pues no sería la primera vez, ni tan siquiera la segunda, que alcance el objetivo de ascender a la máxima categoría. En su dilatada carrera como técnico ha logrado ya cuatro. Óscar Arias, en su primera gran decisión (ya encarrilada por Juanito), ha optado por la experiencia.

Amante de la isla, de esta institución, conocedor del entorno, de la prensa, de Barranco Seco, Sergio Kresic es el hombre mejor preparado para emprender la aventura. El croata se caracteriza por sacar el máximo rendimiento de plantillas creadas con limitaciones. Experto, pues, en manejar pequeños presupuestos. Un hombre serio cuya idea de juego se basa en el orden defensivo.

Kresic de jugador en el BurgosEste veterano técnico se consolidó en el fútbol español en los 90, en la que logró los cuatro ascensos a Primera que adornan su currículum. Pero en ésta última década, ha manchado aquella impecable trayectoria en la que convertía en oro todo lo que tocaba. Llega, pues, el momento oportuno para recuperar el prestigio perdido.


Muchos se cuestionan la razón por la que un croata ha desarrollado la gran mayoría de su carrera en el fútbol español. Su romántica relación con nuestro país se inició cuando el Real Burgos, allá por el año 1975, se fijó en un central de 29 años que destacaba en el OFK Belgrado. En el Burgos estuvo tres temporadas, logrando saborear por primera vez las mieles de un ascenso a Primera como jugador. El croata empezó en el Hajduk Split en los años 60 y pasó por Bélgica (Beveren), Estados Unidos (Cleveland Stockers), Serbia -entonces Yugoslavia- (FK Bor y OFK Belgrado) y, tras su paso por el Burgos, volvió al soccer norteamericano para retirarse en el Houston Hurricane.

Su primera experiencia en el banquillo volvió a ser en la capital croata, en 1986, previo paso por las categorías inferiores durante unas cinco temporadas. Allí formó a algunos de los jugadores que acabarían dando al país balcánico los mejores años de su historia. Estrellas como Boban, Jarni (al que recomendó para la UD), Slaven Bilic (actual seleccionador), Boksic o Asanovic pasaron por sus manos. Sergio Kresic, de esta manera, había puesto su pequeño granito de arena en la formación de una selección que fue tercera en el Mundial de Francia del 98.

C:Documents and SettingsepcEscritoriok10001.JPGEl técnico volvió a desembarcar en España de la mano de su querido Real Burgos en el 87, ésta vez como entrenador. En su estreno salvaría al club burgalés, que acababa de ascender a Segunda División. Al año siguiente fue cesado a mitad de temporada, pero el equipo acabó logrando otra vez la permanencia. Un éxito para un histórico que sobrevive actualmente en Tercera.

El Marbella le dio la oportunidad de redimirse, pero en Segunda B. Cogió el equipo a mitad de temporada y en la zona de descenso, casi deshauciado, y estuvo a punto de salvarle. Un penalti marrado en el último minuto del último partido evitó la gesta. Pese a ello, la directiva le renovó en Tercera. No le importó llegar tan abajo. Estaba empezando. El croata devolvería al club andaluz la confianza dándole los mejores años de su historia. Kresic disfrutó de dos ascensos batiendo todos los registros y colocó al equipo en Segunda A en sólo dos temporadas. El técnico contaba en sus filas con jóvenes jugadores de la talla de Pacheta -su ex director deportivo en el Numancia-, Leal, Olías (al que tuvo en la UD) o Momparlet.

En su primera temporada en Segunda, el Marbella llegó a plantarse en zona de ascenso a Primera. Pero una racha negativa situó al equipo en mitad de tabla por lo que el inconformista Jesús Gil, que acababa de llegar a la presidencia, destituyó al croata. Fue así como le cortaron de raíz un gran proyecto. Pero Sergio Kresic se había ganado la admiración de todo el fútbol español con aquellos ascensos.

El entrenador iniciaría así una serie de éxitos en cadena. En la 93/94 ascendería con el Betis y se marchó rumbo al CP Mérida, donde permaneció tres campañas. Kresic repetiría ascenso a Primera -el primero en la historia del club-, descendería al año siguiente y volvería a subir posteriormente. Toda una montaña rusa.

Kresic 3Así, después de otros tres ascensos en cuatro años, el croata se ganaba el premio de entrenar en Europa de la mano del Valladolid (club en el que coincidió con Víctor, que ahora suena para reforzar a la UD). Fue su proyecto más ambicioso. No tendría mucho éxito en la Copa de la Uefa al caer eliminado en segunda ronda, pero cumplió al mantener al equipo en mitad de tabla en las dos campañas que estuvo en Pucela.

Cogió, entonces, las riendas de Las Palmas en el 99 y devolvió a la UD a la élite del fútbol español después de quince años. Seguidamente, lo mantuvo con extrema comodidad en la undécima plaza.

Kresic iniciaría el 2001 sin un puesto en un banquillo por primera vez en catorce años. Suponía un merecido descanso, pero el Mallorca le reclamaría a mitad de temporada. En el conjunto balear fue cesado, en extrañas circunstancias, a falta de dos jornadas, pero se acabarían salvando. En el club bermellón iniciaría su travesía por el desierto ya que desde entonces su inmaculado historial sufriría algunos desenlaces inesperados.

Ya en la 2003/04 no lograría ascender al Recreativo (donde coincidió con Óscar Arias). Luego retomó el banquillo del Valladolid, que acabaría bajando a Segunda y el del Murcia, a mitad de temporada. Al conjunto pimentonero le salvó del descenso a Segunda B, logrando el objetivo.

El año 2007 lo abriría Kresic en el banquillo del Hajduk Split, pero lo abandonaría a los pocos meses alegando motivos personales. Ésta última temporada el Numancia le daría confianza en Primera, pero Pacheta le destituyó en una precipitada decisión. Unas malas experiencias ante las que este hombre nacido un año después del final de la II Guerra Mundial no se rinde. Lleva el fútbol en la sangre. Con 62 años, seguro que aún le quedan muchos ascensos por delante.