La primera prueba de la segunda unidad de esta UD Las Palmas no ha terminado como a Manolo Jiménez le hubiera gustado. A los amarillos les faltó chispa, ganas y algo de ritmo en un encuentro sin demasiada chicha que se decidió con un penalti dudoso. Para algunos jugadores, el invierno va a ser muy largo.
Un tren sale de Majadahonda a 80 kilómetros por hora y un avión sale de Gran Canaria a 250. Quizás, este típico inicio de problema matemático sea la mejor manera de mitigar que el plan B de esta UD Las Palmas ha suspendido su primer y, prácticamente, su último examen. En este caso, el problema no tiene nada que ver con los números, pero sí que deja medianamente claro que las piezas básicas de Jiménez van a ser inamovibles.
Sin embargo, este panorama puede cambiar, evidentemente. La competición es muy larga y puede pasar de todo, desde lesiones hasta sanciones. También es cierto que hombres como Danny Blum sí que consiguieron brillar y dejaron muestras de poder estar en la pugna por un sitio en el once de los fines de semana. Asimismo, la figura de Maikel Mesa se ve un poco reforzada a pesar de no brillar del todo, aunque esas molestias en el muslo que le obligaron a abandonar el terreno de juego le pueden frenar en mal momento.
Aun así, lo cierto es que hubo jugadores que no tuvieron su mejor noche y, por supuesto, se notó. Nauzet Pérez fue el causante de uno de los goles y pareció estar inseguro bajo los palos. Tampoco tuvo un gran debut Diego Parras, Rivera estuvo desaparecido y Pekhart no se mostró ni acertado ni participativo. El suspenso colectivo es claro y ahora va a llevar a muchos de estos jugadores a tener un papel bastante menos protagonista.
Con la Copa del Rey tirada, ahora a Jiménez le toca gestionar una plantilla con nada más y nada menos que 25 futbolistas. La apatía y la falta de chispa de los insulares les va a llevar a un escenario donde los minutos se van a repartir bastante menos. Un partido frío como el de hoy cambia un poco el guion de una temporada que, para muchos jugadores, va a ser demasiado larga. La columna vertebral del sevillano tiene pinta de quedarse tal como está, aunque hay muchos meses por delante para cambiar la idea del técnico.
