Paciencia con Rubén, por Cristian Gil

Artículo de opinión escrito por Cristian Gil, redactor de udlaspalmas.NET

V

ivimos en unos tiempos donde la inmediatez y la rapidez están a la orden del día. La sociedad consume con una voracidad inmensa todo lo que se le pone por delante casi sin pensarlo, con un piloto automático que muchas veces no mide lo que verdaderamente hacemos. Quizás por esa razón queremos que, cuando algo va mal o no funciona, cambiarlo lo más pronto posible para que no afecte en nada a nuestra vida cotidiana, sea en el ámbito que sea, sea en el momento que sea.

Ahora mismo, Rubén Castro está en un punto en el que tiene la mirilla un poco torcida y son muchos los que empiezan a ponerle en duda. El isletero lleva desde el encuentro ante el Extremadura sin marcar y parece que se esté acabando el mundo, que la UD ya no es lo que era y que el ascenso está más lejos que nunca. Pero la realidad muestra otro escenario diferente. Que al ‘Moña’ le esté costando hacer goles en las últimas semanas no es una ecuación sin resolver y que se puede tirar a la basura para empezar otra.

El empuje de Mir ha precipitado que al ‘7’ se le mire con lupa a la hora de afirmar que no está en su mejor momento. Seguramente, si fuera otro futbolista habría acabado besando el banquillo, pero lo cierto es que Rubén da muchas cosas como para tenerlo enjaulado en forma de suplencia. El killer de La Isleta se sigue moviendo como pez en el agua en la punta de ataque, sigue arrastrando defensas, llamando la atención de los centrales y provocando el pánico cada vez que se acerca a la pelota dentro del área.

Ese aura es muy difícil de tener, de amasar, de encontrar. El olfato que tiene Castro es, en este caso, una cuestión innata que le convierte en un jugador único. Aun así, es humano y como tal también pasa algunas rachas donde no está tan brillante como siempre, por lo que lo único que necesita es tener paciencia y que tengan paciencia con él. Ahora la pelota no quiere entrar, pero acabará entrenando y volverá a la pelea por el pichichi.

Rubén Castro siempre vuelve y no es justo que se ponga en duda su talento natural para hacer goles. Yo no me atrevería a enterrarle ni mucho menos porque ya ha demostrado en más de una ocasión que se le da bastante bien cerrar bocas. Ahora sólo es cuestión de tener paciencia y dejar que siga buscando romper esa racha. Seguro que regresará.

Artículo escrito por: Cristian Gil (@CristianGil_7)











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