Cuando todo sale mal, hasta el más rebuscado de los colmos se pueden venir en tu contra. Esta UD Las Palmas construida para luchar por el ascenso directo se podría quedar este fin de semana a 3 puntos del descenso a la categoría de bronce. Y en el rival hay sangre amarilla que amenaza seriamente al equipo de su tierra.
No salió, precisamente, por la puerta grande de la UD Las Palmas. Tras sobresalir en el filial y no recibir protagonismo con el primer equipo – algo habitual en este club – decidió poner rumbo a Elche para jugar en Segunda B. No gustó a la afición ni al presidente, pero visto con perspectiva fue seguramente la mejor decisión que tomó. Ahora, el destino une su camino con el Estadio de Gran Canaria en el día más delicado para la Unión Deportiva.
La amenaza de gol del Lugo se llama Cristian Herrera y tiene acento canario. Y ya ha demostrado que se motiva especialmente cuando tiene delante a la Unión Deportiva. Así lo cristalizó en el partido de ida, en el que estuvo muy activo y se destapó con dos goles y una actuación redonda para que su equipo doblegara a Las Palmas por un contundente 4-2. El último tanto aquel día, de muy bella factura, lo anotó otro canario como Iriome, otra amenaza con dosis de moral extra el próximo domingo.
Herrera suma tres jornadas consecutivas viendo portería y es uno de los puntas de moda en la Segunda División. Con ocho tantos en la temporada en un equipo que está inmerso en puestos de descenso – cifra que le valdría para ser el segundo mejor goleador de la UD, por encima de Rafa Mir -, se postula como titular en el primer partido de Eloy como técnico del CD Lugo.
El de Cristian Herrera es uno de esos casos inexplicables que ejemplifican la política errática de cantera de la UD Las Palmas. La excesiva espera por hacer debutar con el primer equipo a jugadores punteros del filial provoca este tipo de situaciones que se pueden venir en contra de los intereses amarillos: los goles de un grancanario pueden acercar a una UD en crisis a los puestos de descenso.