No hay para más (por ahora)



CONTRACRÓNICA | La UD inicia el curso con derrota en el Estadio de Gran Canaria. Los de Pepe Mel, con los pocos activos que tienen, dieron la cara, pero fueron superados por el Huesca en una jugada aislada.

Nulos en ataque, lentos atrás. La UD demostró en el partido inaugural del curso que tiene una plantilla corta, con pocos recursos y variables. Lo que demostró ante el Huesca en esta cita con el corazón en la cumbre de Gran Canaria no fue nuevo: poco punch en ataque, y lentitud en la zona de atrás.

Mel tampoco podía experimentar mucho. Se la jugó con un Rubén Castro que no ha hecho prácticamente pretemporada y salía de una lesión. El de La Isleta no apareció, pero realmente nunca se le espera. Cuando aparece es para marcar. Duele ver cómo se siguen desperdiciando balones en largo donde las disputas siempre son para el rival.


La clarividencia en ataque quedó para Benito y Pedri, y metros más atrás para Galarreta. Pedri fue el que mostró más criterio, combinando pero sin mucho acierto. Los tres hombres llamados a llevar el ataque se desinflaron de manera física y desaparecieron en el último cuarto del partido.

Atrás el panorama no mejora. Un error en cadena entre Mantovani y Eric Curbelo, con dos cuerpo a cuerpo ganados por delanteros del Huesca, permitió a Gallar hacer el único tanto del encuentro y que los tres puntos se fueran a Huesca.

La UD dio la cara. Sí. Pero no por ello deja de preocupar la confección de una plantilla en medio de una gestión deportiva repleta de despropósitos. Hasta el 2 de septiembre, o quién sabe si toda la temporada, Mel tendrá que hacer malabarismos. Por ahora, no hay para más.

La UD tropieza con la falta de gol y con su propia defensa (0-1)