Benito Ramírez se ha ido ganando un sitio dentro de las alineaciones de Antonio Iriondo hasta el punto de haber participado en los últimos 7 encuentros de forma consecutiva. Hoy, como ya ocurriera el pasado septiembre, vuelve a verse las caras con una UD que sigue de cerca su crecimiento.
La frase del enemigo está en casa queda patente para el duelo que va a vivir Las Palmas esta tarde en el Cerro del Espino. La presencia en el Rayo Majadahonda de Benito Ramírez supone esa pizca extra de morbo a un encuentro en el que los amarillos llegan con urgencias y en el que se van a ver las caras con un futbolista que, habiendo sido criado en su casa, está ganándose el pan de Erasmus.
No ha sido un trasvase fácil el del extremo de La Aldea. Su llegada a la capital se produjo en los últimos días del mercado veraniego y eso le obligó a adaptarse a un nuevo escenario lo más rápido posible. De ese modo, durante sus primeros meses sólo la Copa del Rey le ayudó a encontrarse sobre el césped, un aspecto que no le llevó a rendirse ni mucho menos porque logró que si situación mutase.
En ese sentido, a partir de noviembre empezó a convencer a un Antonio Iriondo que le fue dando oportunidades hasta convertirlo en un futbolista habitual en sus planes. De hecho, ha participado en los últimos 7 encuentros de los madrileños siendo titular en 5 de ellos y completando los 90 minutos en 4.
Lo que está claro es que este tipo de cesiones tienen que ayudar a crecer. Poco a poco, Benito se ha ganado su sitio en un equipo que pelea por no descender, pero que está demostrando ser un hueso duro de roer. Este tipo de experiencias curten a los jóvenes y les convierten en futbolistas más maduros, más hechos para regresar a su lugar de origen con unas cuantas lecciones aprendidas en la mochila.
Con todo eso, el año que viene podrá volver y buscar ese sitio que tanto cuesta para los canteranos en el primer equipo. Es duro tener que emigrar, aunque visto que Benito ha sido capaz de levantar el vuelo para empezar a jugar, a buen seguro que habrá aprendido para el futuro. Hoy es rival de la UD, pero mañana podría ser uno más en un club que también necesita más ídolos de la casa.
