Un mes de un estilo radicalmente opuesto al anterior

Lobera, en una imagen de esta semana, conversando con Chrisantus / Web oficial

Entrenadores con experiencia como Sergio Kresic, de la casa como Juan Manuel Rodríguez, o sin mucha experiencia en los banquillos como Juanito o Javier Vidales, pero el proyecto de cantera de la Unión Deportiva Las Palmas ha relucido más cuando también se apuesta por la juventud en el banquillo.

Un casi inexperto Paco Jémez hizo soñar a la afición amarilla como hacía muchos años que no pasaba. Un estilo vertical y de magia ofensiva con jugadores como Vitolo, Jonathan Viera y Guayre hacían presagiar un gran año, pero la endeblez defensiva pasó factura y el actual técnico del Rayo Vallecano está en la historia amarilla como uno de los entrenadores con mayor racha de partidos sin ganar.

Ahora le toca el turno a Sergio Lobera. Un entrenador joven y sin experiencia en la categoría ha tomado el mando en la Unión Deportiva Las Palmas. Las ideas las tiene clara, la profesionalidad que demuestra en su trabajo es exquisita y ya lleva un mes demostrando que en esta ocasión, el fútbol aparecerá por el Gran Canaria.

Hace exactamente un mes comenzó a andar la Unión Deportiva. Desde el primer día el técnico aragonés ha inculcado conceptos casi desconocidos para los jugadores amarillos, que incluso se han visto gratamente sorprendidos por la forma de trabajar de un entrenador que le gusta el balón, tal y como demuestra el gesto más insignificante, pero es que durante los entrenamientos, Lobera siempre tiene un esférico en la mano.

El estilo que quiere el técnico amarillo es claro. El esférico tiene que ser de Las Palmas ya que durante el tiempo que estés con el balón, nunca te podrán marcar. Pero eso no significa que no haya verticalidad, algo que intenta dejar claro en cada comparecencia pública. El tocar por tocar no va con Lobera.

Su estilo empieza desde el portero, que tiene que intentar sacar en corto en los saques de puerta. Centrales bien abiertos, laterales como extremos e interiores ayudando en la salida del balón. Si no se puede, volver a empezar, pero sin miedo a intentar pases en largo.

Como siempre, en el fútbol manda que la pelota entre en la portería, pero en un mes de trabajo se ha visto un cambio radical sobre la apuesta futbolística que anteriormente se veía en el Gran Canaria. Los resultados mandarán, aunque evidentemente hará falta tener paciencia, pero el concepto futbolístico y la pizarra de Lobera ilusiona a sus propios jugadores, lo que todo hace indicar que el fútbol puede volver a un recinto de Siete Palmas que vio como sus asientos se vaciaron durante la temporada pasada ante la ausencia de buen juego.











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