La complicada misión de frenar a Lucas Pérez

El delantero gallego suma ocho goles en este arranque de campeonato y es uno de los máximos artilleros de la Liga. Llega crecido tras ser decisivo en el derbi gallego y es el principal culpable de la buena clasificación del equipo de Coruña.

La defensa de la Unión Deportiva Las Palmas pasa este sábado un buen examen enfrentándose a uno de los jugadores más en forma del fútbol español: Lucas Pérez. El atacante del Deportivo de la Coruña es una de las sensaciones de la Primera División en esta nueva campaña que ya alcanza un tercio de su duración y con su fútbol ha catapultado al cuadro gallego a una zona tranquila de la clasificación.

Sus ocho goles en doce partidos le convierten en uno de los destacados, además, en la tabla de máximo goleadores del torneo por detrás de Agirretxe, Luis Suárez y Neymar. El pasado fin de semana en el derbi gallego anotó el primer tanto para los suyos y fue clave en la presión que provocó el auto gol de Jonny para el segundo. Por lo tanto, llega en dinámica positiva antes de su visita a Gran Canaria para medirse a Las Palmas.

De todas esas transformaciones que ha logrado ya a estas alturas de calendario, destaca que siete de ellas la haya logrado con su pierna izquierda – la más hábil en su caso -, sólo uno con la pierna derecha y ninguna de cabeza. Eso sí, los ha marcado de varias maneras: tras una buena acción individual, después de un robo de balón con presión alta, finalizando en el área o empujando a puerta vacía.

No obstante, la dimensión de Lucas en el Deportivo va más allá de su capacidad de realización. Por su carácter y su forma pasional de entender este deporte cuando se enfunda la camiseta del equipo de su tierra, se ha convertido en un ídolo de la afición deportivista. Cada partido en Riazor parece ser un homenaje a su figura y él suele responder con grandes actuaciones, fundamentalmente en su propio estadio ya que a domicilio su cifra de goles se reduce a tres.

De cualquier manera, la zaga de Quique Setién deberá permanecer alerta ante el peligro que atañe la presencia de este futbolista en estado de gracia sobre el césped. No se tratará de hacerle un marcaje especial pero sí de tenerlo vigilado para evitar que haga el mismo daño que ya hicieron Javi Guerra, Scepovic o, más recientemente, Paco Alcácer, que encontraron huecos para rematar en área pequeña con relativa facilidad.











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