El 9 que nunca llega: cuatro años sin un goleador

Foto: La Liga

Ni Rubén Castro, ni Rafa Mir, ni Livaja, ni Jesé Rodríguez, ni Calleri… ni el propio Araujo ha podido estar a la altura de él mismo. Desde que el chino reventara el contador de goles en la temporada del ascenso a Primera, la UD Las Palmas suma cuatro temporadas sin esa figura en el ataque de las que suman puntos con regularidad.

Muchos teóricos del fútbol señalan que un buen portero y un buen delantero son fundamentales para el éxito de un equipo. Y, en los últimos años, Las Palmas no ha acertado con las elecciones. Pese a que han desfilado atacantes interesantes por el vestuario amarillo, por una razón o por otra no terminaron de cuajar ni de rendir al nivel que se esperaba de ellos. Los 25 tantos de Araujo en la 2014/15 son una barrera que más de una decena de delanteros no han alcanzado ni el 50%.

No es casualidad que el año del ascenso coincidiera con el del último gran registro goleador en la Unión Deportiva. Araujo llevó al equipo en volandas a Primera División con goles decisivos incluso en el playoff. Sin embargo, los problemas extradeportivos impidieron que el argentino rindiera al mismo nivel en la máxima categoría. Sí lo hizo en Grecia pero, este año, las lesiones y la mala dinámica del equipo tampoco han favorecido al ’10’.

La pareja que iba a formar con Rubén Castro parecía la más temible de toda la categoría. Nada más lejos de la realidad. El isletero suma tan solo 12 goles en 34 jornadas, lejos de los 33 que anotó en su último curso en Segunda con el Betis. Sergio Araujo solo suma tres, por lo que el dúo solo acumula una quincena con el curso llegando a su fin. Los 7 de Rafa Mir y el único tanto de Pekhart son datos que explican la pobre situación clasificatoria del equipo.

Sin goleadores en Primera

Durante los tres años en Primera División, la UD Las Palmas sobrevivió en la zona atacante sin una gran referencia. Solo tres futbolistas alcanzaron la decena de goles – uno cada año – y la aportación de figuras desde la segunda fila como Joanathan Viera fue crucial para poder mantener la categoría.

El año pasado, Calleri comenzó con muy buen pie la temporada. Finalmente se diluyó junto al resto del equipo y su cifra de goles, respetable, fue de 12 (9 en Liga y 3 en Copa). La mitad de ellos, de penalti. El que firmó mejor promedio goleador fue el francés Rémy, que dio puntos y fue decisivo con 6 goles en apenas 13 encuentros hasta que Jémez resolvió no contar con él en una más que cuestionable decisión. Sus sustitutos, Ezekiel y el fantasma Emenike, se quedaron con la hoja de estadísticas en blanco.

Curiosamente, el mejor realizador vestido de amarillo en La Liga en Primera División fue Kevin Prince Boateng. El mediático ghanés, pese a no ser una referencia ofensiva clara, se fue hasta los 10 goles en su única temporada como amarillo (pese a anunciarse su renovación posterior). La positiva dinámica de la mano de Setién jugó en favor de que se repartieran los tantos. El ‘9’ puro de ese año, Livaja, se quedó en 7 goles.

En la temporada de debut en Primera División, la pareja de delanteros la formaban el propio Araujo – que solo militó hasta enero el equipo antes de partir a Atenas – y Willian Jose. El brasileño, que fue de menos a más y llegó a los 10 goles, dejó un buen recuerdo entre la parroquia pese a quedarse lejos de las cifras de un gran goleador. Un denominador común que se repite en los últimos años.











Artículo anteriorDimisiones en el Deportivo por la crisis de resultados
Artículo posteriorRaúl Fernández agradece el apoyo tras sus dos operaciones