La lesión de Javi Castellano abría un cisma en la plantilla. Su posición había quedado en duda. Hernán Santana asumió el papel de reemplazarle y, hasta el momento, es una de las sensaciones de este inicio de competición en Primera.
En el encuentro ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón se produjo una de esas situaciones paradigmáticas que son difíciles de explicar. El día anterior, Paco Herrera había pedido en rueda de prensa reforzar la posición de mediocentro dónde únicamente tenía un hombre: Javi Castellano. Era prioritaria. Y no sabría hasta qué punto tomarían relevancia esas palabras tras la lesión de Castellano.
Javi Castellano sigue en Barcelona en un largo proceso de recuperación que le impedirá jugar esta temporada. El club trató de fichar a Pape Diop, jugador del RCD Espanyol para el mediocentro, pero las negociaciones no llegarían a buen puerto. En la plantilla únicamente quedaba un futbolista con el perfil para esa posición: Hernán.
El de Zárate, habitual en la posición de volante por la derecha del sistema 4-3-3 empleado por Paco Herrera la pasada temporada, tenía experiencia como mediocentro defensivo en Las Palmas Atlético. Ahí creció como futbolista y desarrolló los conceptos defensivos.
Estas seis primeras jornadas han terminado por confirmar el buen estado de Hernán Santana y su progresivo protagonismo en el equipo. Controla el tempo, mueve a sus compañeros y aparece en los espacios necesarios para ayudar a sus compañeros. La posición de mediocentro defensivo exige una concentración máxima. Un error en esa zona de entrega permitiría al rival encarar a los centrales. Hasta el momento, Hernán cumple y con nota. La UD tiene nuevo general.